El Pulso del Bolsillo Mexicano: Entre el Gasto Cauteloso y la Búsqueda de Bienestar

El consumo privado en México muestra una leve recuperación, reflejando un gasto cauteloso por parte de los hogares que priorizan lo esencial, aunque persisten importantes inversiones en áreas como el cuidado personal.

El gasto de los hogares mexicanos registró una ligera recuperación en agosto de 2025, con un aumento del 0.6% mensual en el consumo privado, según cifras del INEGI. Este indicador, que representa cerca del 70% del PIB, tuvo un crecimiento anual del 0.9%, impulsado principalmente por la compra de bienes y servicios de origen nacional (+0.8%). Sin embargo, los datos reflejan cautela en los consumidores, quienes priorizaron el gasto en bienes no duraderos como alimentos o gasolina (+0.8%), mientras que la compra de bienes duraderos, como automóviles o electrodomésticos, disminuyó un 5.3%. Un ejemplo de los costos diarios que enfrentan las familias es el precio de los combustibles. Para el 6 de noviembre de 2025, el precio promedio a nivel nacional se ubicó en $23.51 pesos por litro para la gasolina Magna, $25.42 para la Premium y $25.91 para el diésel. Estos gastos fijos impactan directamente en el presupuesto familiar y en las decisiones de compra. En contraste con la prudencia en el gasto general, el sector de la belleza y el cuidado personal representa una inversión considerable. En Juárez, las mujeres destinan en promedio el 37.96% de su ingreso anual a este rubro (unos 36,000 pesos), mientras que los hombres invierten cerca del 6.94% (alrededor de 10,000 pesos). Los costos abarcan desde productos básicos hasta procedimientos estéticos que pueden superar los 100,000 pesos, como liposucciones o trasplantes capilares, además de gastos recurrentes en gimnasios y suplementos.

Este alto costo de la belleza también conlleva graves riesgos. En ciudades como Juárez, la falta de un padrón oficial de médicos y clínicas certificadas ha permitido la operación de establecimientos no regulados, algunos en casas habilitadas como quirófanos. Esta situación ha derivado en tragedias, como los casos de Lidia Kogel Hernández y Laura Ávila, quienes fallecieron tras someterse a procedimientos en clínicas que enfrentaron acusaciones por práctica indebida del servicio médico y usurpación de funciones, evidenciando que el precio de la belleza puede ser fatal.