Vulnerabilidades Expuestas: Negligencia y Contraseñas Débiles Marcaron el Robo al Museo del Louvre



El 19 de octubre, un grupo de sujetos encapuchados sustrajo ocho joyas de la corona francesa, valoradas en 88 millones de euros, de la Galería Apolo del museo parisino. Días después, las autoridades detuvieron a un sospechoso identificado como Abdoulaye N., un hombre de 39 años que trabajaba como guardia de seguridad en el Centro Pompidou.
Fue arrestado en su domicilio en Aubervilliers y enfrenta cargos por robo organizado y asociación delictuosa.
Tras el atraco, una investigación del diario francés Libération reveló que el museo había sido advertido sobre graves vulnerabilidades en su sistema de ciberseguridad desde 2014. Informes de la Agencia Nacional de Seguridad de la Información de Francia detallaron fallas críticas, como el uso de la contraseña “LOUVRE” para acceder al servidor de videovigilancia. Otras deficiencias incluían sistemas operativos obsoletos, como Windows 2000, y al menos ocho programas de seguridad sin soporte técnico, como el software Sathi para control de accesos. A pesar de las recomendaciones para implementar medidas correctivas urgentes, como el uso de contraseñas complejas y la actualización de sistemas, una segunda auditoría en 2015 confirmó que las fallas persistían. Documentos de licitaciones emitidos entre 2019 y 2025 también evidenciaron el uso continuo de software obsoleto. Hasta el momento, ni el Museo del Louvre, ni la Prefectura de Policía, ni el Ministerio de Cultura de Francia han declarado si esta negligencia institucional facilitó directamente el robo, calificado por el ministro del Interior, Laurent Nuñez, como una pérdida invaluable para el patrimonio nacional. Este suceso se suma a la historia de grandes robos a museos, como el ocurrido en el Museo de Antropología de México en 1985, que también evidenció fallas de seguridad y obligó a una modernización completa de sus sistemas de vigilancia.










