La Paradoja del Chocolate: Entre la Celebración Artesanal y la Crisis Industrial



En México, el chocolate es motivo de celebración y orgullo, como lo demuestra el nombramiento del chocolate caliente mexicano como el mejor del mundo y la realización del Primer Prefestival del Chocolate en Comalcalco, Tabasco. Este evento, programado del 7 al 9 de noviembre en el Parque Central Benito Juárez y la Hacienda La Luz, ofrece a los visitantes catas, maridajes y degustaciones, además de espectáculos como un Videomaping nocturno y la presentación de Chemaney. El festival cuenta con la participación de chefs de talla nacional, cocineras tradicionales y expertos en vino, mezcal y cerveza artesanal, reafirmando el valor cultural y ancestral del cacao. Sin embargo, detrás de estas celebraciones, una crisis global está alterando la industria de las golosinas.
El cambio climático, con sequías prolongadas y calor extremo en África Occidental, principal región productora, ha mermado las cosechas de cacao. Esto, sumado a otros factores geopolíticos y de mercado, ha provocado que los precios del cacao se disparen, alcanzando un máximo de más de 10,000 dólares por tonelada, casi cuatro veces su valor de 2022. En respuesta, los fabricantes de dulces han recurrido a la "reformulación" de sus productos para reducir costos. Esta práctica implica sustituir la costosa manteca de cacao por grasas vegetales más baratas.
Como resultado, algunas golosinas ya no cumplen con la definición legal de "chocolate con leche" en Estados Unidos.
Marcas como Almond Joy, Mr.
Goodbar y Rolo han modificado sus empaques, cambiando la descripción de "chocolate con leche" a "golosina de chocolate".
Aunque empresas como Hershey y Nestlé han reconocido estas reformulaciones para ahorrar costos, son discretas sobre los cambios específicos en las recetas, los cuales son diseñados para pasar desapercibidos por el consumidor promedio.
Los expertos predicen que el mercado del chocolate se dividirá.
Por un lado, el chocolate de alta gama mantendrá su calidad y pureza, pero a un precio cada vez mayor. Por otro, las golosinas de consumo masivo seguirán siendo asequibles a través de más reformulaciones, reducciones de tamaño o la creación de nuevos productos con menor contenido de cacao, evidenciando un futuro donde la experiencia del chocolate podría ser muy diferente dependiendo del producto que se elija.









