La doble cara de la CFE: Conflictos por fallas y alianzas para el progreso



La relación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con la ciudadanía y los gobiernos locales presenta marcados contrastes. Por un lado, la paraestatal enfrenta fuertes críticas y acciones de protesta debido a deficiencias en el servicio, como lo demuestran un apagón programado en Chiapas que generó molestia por su comunicación deficiente y la retención de empleados en Huejutla por parte de pobladores hartos de fallas no atendidas. En la región Costa, Sierra y Soconusco de Chiapas, la CFE programó una suspensión del suministro eléctrico para el 30 de noviembre, de 4:00 a 12:00 horas, afectando a municipios como Motozintla, Siltepec, Suchiate, Huixtla, Pijijiapan y Mapastepec, entre otros. La medida, justificada por trabajos de mantenimiento en el Banco de Transformación y la red regional, fue criticada por la escasa difusión y la poca anticipación del aviso, evidenciando una falta de comunicación que impacta a comercios, hospitales y la vida cotidiana de miles de usuarios. La CFE recomendó desconectar aparatos electrónicos para evitar daños.
Por otro lado, en Tapachula, Chiapas, la CFE colabora activamente con el gobierno municipal. El presidente municipal, Yamil Melgar Bravo, en coordinación con el gobernador del estado, Eduardo Ramírez, sostuvo reuniones con personal de la CFE para dar seguimiento a la mejora de la infraestructura eléctrica subterránea. Esta colaboración es fundamental para la planificación de futuras obras viales y de servicios, buscando garantizar proyectos duraderos, de alta calidad y que prioricen la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, mostrando una faceta de la CFE como un socio estratégico para el progreso local.










