Honduras en vilo: El estancamiento electoral y la sombra de la incertidumbre política



La incertidumbre política se ha apoderado de Honduras tras las elecciones generales del 30 de noviembre, debido a que el escrutinio de los votos presidenciales permanece congelado desde el viernes. Con el 88.02% de las actas procesadas, el candidato del gobernante Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura, encabeza el conteo, manteniendo al país en un estado de espera y preocupación. Según los datos preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE), Asfura, aspirante conservador apoyado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suma 1,132,321 votos, lo que representa el 40.19%.
Le sigue de cerca Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con 1,112,570 sufragios (39.49%).
En una lejana tercera posición se encuentra Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundación (Libre) y quien aspiraba a suceder a la presidenta Xiomara Castro, con 543,675 votos (19.30%).
El CNE no ha ofrecido una explicación oficial sobre la detención del conteo, que ha sufrido varias interrupciones desde el día de la votación. La plataforma del organismo electoral informa que de un total de 19,152 actas, se han procesado 16,858. De estas, 14,451 son consideradas “correctas”, pero 2,407 presentan “inconsistencias”, lo que obligará a un recuento voto por voto.
Aún quedan 2,571 actas por ingresar al sistema.
Esta situación ha generado inquietud entre la ciudadanía y los observadores internacionales, mientras algunos análisis señalan que la autoridad electoral se vio rebasada por los actores políticos, lo que ha contribuido a la incertidumbre.
En esta jornada, los hondureños también eligieron tres designados presidenciales, 298 alcaldías y 128 diputados tanto para el Congreso Nacional como para el Parlamento Centroamericano.











