Frank Gehry: El Legado del Genio que Hizo Danzar al Titanio



Frank Gehry, uno de los arquitectos más influyentes y originales de la historia reciente, falleció a los 96 años en su casa de Santa Mónica, California, a causa de una breve enfermedad respiratoria. Nacido en Toronto, Canadá, Gehry se consolidó como una figura clave de la arquitectura contemporánea y un maestro del deconstructivismo, rompiendo con los principios tradicionales de simetría para crear un lenguaje visual único. Su carrera despegó tras la remodelación de su propia residencia en Santa Mónica en 1978, donde estableció las bases de su estilo al utilizar materiales poco convencionales como mallas metálicas, chapa ondulada y madera contrachapada. Gehry revolucionó el diseño al emplear software de la industria aeroespacial para modelar sus complejas y asimétricas creaciones, en las que la figura del pez se convirtió en un símbolo recurrente. Aunque ya había sido galardonado con el Premio Pritzker en 1989, fue su obra maestra, el Museo Guggenheim de Bilbao (1997), la que lo catapultó a la fama mundial. Con sus exuberantes formas curvas recubiertas de titanio, el edificio no solo se convirtió en un ícono visual, sino que también impulsó la regeneración urbana de la ciudad española, convirtiéndola en un referente internacional. La fundación Solomon R. Guggenheim reconoció la obra como una de las piezas más influyentes de la arquitectura contemporánea. El legado de Gehry incluye una multitud de edificios emblemáticos alrededor del mundo que sacudieron el panorama cultural. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles, la "Casa Danzante" en Praga, la Fundación Louis Vuitton en París y el Biomuseo de Panamá, su única obra en Latinoamérica. Al momento de su fallecimiento, trabajaba en una nueva fundación Guggenheim en Abu Dabi, demostrando su inagotable espíritu creativo hasta el final.









