Voz y Voto: Mujeres Indígenas y Afromexicanas Exigen una Reforma Electoral que Termine con la Simulación y la Exclusión



Mujeres indígenas y afromexicanas, principalmente del estado de Guerrero, presentaron formalmente ante el Instituto Nacional Electoral (INE) un documento con propuestas para ser incorporadas en la reforma electoral que prepara el Poder Ejecutivo. En un acto en la sede del INE, la secretaria ejecutiva del organismo, Claudia Arlett Espino, recibió los planteamientos que buscan garantizar la libre determinación y autonomía de sus pueblos, así como una mayor participación en la vida política del país. Entre las principales demandas se encuentra la creación de una silla permanente para un representante de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas en el Consejo General del INE, así como en los consejos locales y distritales. También propusieron la creación de una unidad de sistemas normativos pluriculturales dentro del INE para que el Consejo General comprenda mejor la cosmovisión de los pueblos originarios. Adicionalmente, solicitaron el apoyo de traductores e intérpretes para generar material informativo culturalmente adecuado. Una de las exigencias centrales es el establecimiento de reglas claras para la “autoadscripción calificada”, con el fin de evitar la usurpación de candidaturas destinadas a estos grupos. Martha Ramírez Galeana, originaria de la comunidad Me'phaa, enfatizó que “ser indígena no es una moda”, sino una identidad profunda que implica sentir y vivir desde una cosmovisión particular, y no solo portar una prenda ancestral. La propuesta incluye la creación de un catálogo de documentos, definido en consulta con las comunidades, que acredite el vínculo comunitario de los aspirantes. Las mujeres también denunciaron el machismo y la exclusión que enfrentan dentro de sus propias comunidades, donde se les relega a tareas domésticas o de cuidado mientras los hombres acaparan los cargos de poder. Por ello, pidieron fortalecer las acciones afirmativas para garantizar la paridad de género en todos los niveles de gobierno, proponiendo la creación de distritos electorales exclusivos para mujeres y un aumento en la fiscalización del financiamiento de los partidos destinado al liderazgo femenino.









