La encrucijada de Netanyahu: entre el indulto presidencial y la tormenta política



El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, compareció ante un tribunal tras solicitar formalmente un indulto al presidente Isaac Herzog por los cargos de corrupción que enfrenta, una petición que ha intensificado la polarización en Israel. La solicitud, que cuenta con el respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien calificó el proceso como una “persecución política injustificada”, ha generado un fuerte debate nacional sobre el Estado de derecho y el futuro político del mandatario. Netanyahu, quien enfrenta acusaciones por fraude, soborno y abuso de confianza en tres casos distintos, ha negado sistemáticamente cualquier delito, calificando el juicio como una “cacería de brujas”.
Sus abogados argumentan que las constantes comparecencias judiciales obstaculizan su capacidad para gobernar y que un indulto contribuiría a la unidad nacional.
A pesar de solicitar el perdón, el primer ministro no ha admitido culpabilidad y sostiene que sería absuelto si el juicio concluyera. La medida ha provocado una enérgica respuesta de la oposición política, que advierte que un indulto sentaría el precedente de que el líder del país está por encima de la ley. Algunos opositores, como el ex primer ministro Naftali Bennett, han condicionado su apoyo al fin del juicio a que Netanyahu se retire permanentemente de la vida política para “sacar a Israel de este caos”. Otros exigen que se convoquen elecciones nacionales, previstas para octubre de 2026, antes de considerar cualquier tipo de perdón. La solicitud de indulto es inusual en el sistema legal israelí, donde los perdones suelen otorgarse únicamente después de una condena. Mientras los aliados de la coalición derechista de Netanyahu apoyan su petición, la controversia ha provocado protestas ciudadanas.
Las encuestas sugieren que Bennett es el candidato con más probabilidades de liderar el próximo gobierno si Netanyahu abandona el cargo, en un escenario donde los casos judiciales del primer ministro se han convertido en un tema central para sus rivales.











