Entre la Celda y el Tribunal: La Precaria Libertad de Nicolas Sarkozy

El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido puesto en libertad tras pasar 20 días en prisión, aunque deberá enfrentar su proceso de apelación bajo estrictas medidas de control judicial. El exmandatario, quien gobernó Francia entre 2007 y 2012, abandonó la cárcel de La Santé en París después de que el Tribunal de Apelación aceptara su solicitud. Sarkozy había sido encarcelado el 21 de octubre para comenzar a cumplir una sentencia de cinco años por asociación ilícita, relacionada con la financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007 con fondos del régimen libio de Muamar Gadafi. A pesar de haber apelado el veredicto, el tribunal ordenó su ingreso inmediato en prisión citando la "excepcional gravedad de los hechos", convirtiéndolo en el primer exjefe de Estado francés de la era moderna en ser encarcelado.

Su liberación está sujeta a un estricto control judicial.

Sarkozy, de 70 años, tiene prohibido salir del territorio francés y no puede contactar a los demás implicados en el caso. De forma destacada, se le ha prohibido la comunicación con el actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, un antiguo aliado político cuya visita a Sarkozy en prisión causó controversia y fue criticada por atentar contra la independencia judicial. El juicio de apelación está previsto para la primavera.

Durante la audiencia, celebrada por videoconferencia, Sarkozy describió su detención como "muy dura y extenuante".

Los abogados del expresidente argumentaron que no representaba un riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas.

Tras su salida, Sarkozy expresó en la red social X su intención de centrar toda su energía en demostrar su inocencia. Esta no es su única condena, ya que acumula otras por corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal de su campaña de 2012.