Ucrania bajo asedio: Avance ruso en Pokrovsk y crisis energética agravada por corrupción interna



Rusia ha intensificado su ofensiva en Ucrania, logrando que sus fuerzas entraran en la estratégica ciudad de Pokrovsk, en el este del país. Un video verificado por Reuters muestra a unos 300 soldados rusos irrumpiendo en la localidad utilizando motocicletas y vehículos destrozados, en una escena que fue comparada con la película 'Mad Max'.
Moscú considera la toma de Pokrovsk, apodada "la puerta de Donetsk", como un paso clave para avanzar hacia Kramatorsk y Sloviansk. Aunque el ejército ucraniano admitió la presencia de tropas rusas, negó que la ciudad estuviera completamente cercada, si bien reconoció una situación logística complicada.
Paralelamente, Rusia ha lanzado su tercera gran campaña de ataques contra el sistema energético ucraniano.
Recientes bombardeos masivos con drones y misiles han causado daños significativos, provocando apagones programados en la mayoría de las regiones y dejando a decenas de miles de habitantes sin electricidad, agua ni calefacción, especialmente en Járkov. La efectividad de estos ataques ha aumentado, y la Fuerza Aérea ucraniana reportó que la tasa de intercepción de drones ha caído a casi la mitad. Ante esta situación, el presidente Volodymyr Zelenskyy ha solicitado 25 sistemas de defensa aérea Patriot de Estados Unidos, reconociendo que las defensas actuales son escasas. Esta crisis militar y energética coincide con el estallido del mayor escándalo de corrupción en el sector energético ucraniano durante la guerra. La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) anunció una operación a gran escala contra una trama que presuntamente se embolsó comisiones de entre el 10% y el 15% en contratos con la empresa estatal Energoatom, lavando cerca de 100 millones de dólares. La investigación implica a un empresario y amigo del presidente Zelenskyy, Timur Mindich, quien habría salido del país horas antes del anuncio de la operación.
El propio Zelenskyy se ha pronunciado sobre el caso, afirmando que "debe haber sentencias". El conflicto se encuentra en una fase de desgaste, con el proceso de negociaciones de paz completamente detenido, según admite el Kremlin, que alega que "las condiciones no están maduras". Mientras tanto, los civiles continúan sufriendo las peores consecuencias, enfrentando la falta de servicios básicos en medio de un enfrentamiento que, por ahora, no muestra señales de detenerse.









