Pensiones en México para 2026: Entre Aumentos Prometidos e Incertidumbre Financiera

Mientras el gobierno mexicano se prepara para aumentar los montos de las Pensiones del Bienestar y abrir nuevos registros para 2026, un informe de la OCDE arroja dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones reformado del país.

Con la conclusión de los pagos de 2025, los diversos programas de la Pensión del Bienestar se alistan para el siguiente año con la promesa de incrementos y la posible apertura de nuevos periodos de inscripción en diciembre. Estos apoyos están dirigidos a distintos sectores de la población, incluyendo adultos mayores, personas con discapacidad, madres trabajadoras, mujeres de 60 a 64 años y, más recientemente, hombres en el mismo rango de edad.

Se espera que durante diciembre de 2025 se abran nuevos registros para que los beneficiarios que cumplan los requisitos, como los adultos mayores que alcanzan los 65 años, puedan incorporarse a los programas desde enero de 2026. La presidenta Claudia Sheinbaum ha asegurado que los montos de estos apoyos sociales seguirán creciendo anualmente por encima de la inflación. Con base en una inflación estimada de 3.61%, se calcula que la pensión para adultos mayores podría pasar de 6,200 a aproximadamente 6,424 pesos bimestrales, mientras que el apoyo para madres trabajadoras con hijos menores de 4 años aumentaría a cerca de 1,709 pesos bimestrales. En contraste con estas expectativas, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), titulado "Panorama de las Pensiones 2025", advierte sobre la incertidumbre en el financiamiento del sistema de pensiones de México a largo plazo. Aunque la reforma de 2024 al sistema de Afores mejora la expectativa de ingresos para los jubilados, la OCDE señala que el nuevo "complemento" que garantiza el 100% del último salario (con un tope) rompe el vínculo entre contribuciones y prestaciones. El organismo internacional alerta que este esquema genera desincentivos laborales y que su financiamiento es incierto, ya que depende de fuentes como las cuentas inactivas de las Afores, que no son sostenibles. Además, el informe subraya que el rápido envejecimiento de la población mexicana, debido a la drástica disminución de la tasa de fecundidad, ejercerá una presión creciente sobre el sistema, poniendo en duda la capacidad para cumplir las promesas a futuro.