UU. cayó del 73% al 66.9%, mientras que el uso de ChatGPT para el mismo propósito se triplicó, pasando del 4.1% al 12.5%.
Este cambio de comportamiento se debe a que los usuarios encuentran en la IA respuestas más rápidas, una experiencia conversacional y una menor saturación de anuncios. Para las marcas y creadores de contenido, esto implica que las estrategias de SEO tradicionales, centradas únicamente en posicionarse en Google, ya no son suficientes.
Ahora es crucial optimizar el contenido para ser interpretado y citado por modelos de lenguaje, utilizando un lenguaje natural y respuestas claras.
Google mismo ha reconocido el declive de la publicidad gráfica en la web abierta, un pilar de sus ingresos. En un documento judicial, la compañía admitió que este formato está “en rápido declive”, aunque su portavoz, Jackie Berté, aclaró que se refería específicamente a la publicidad de display y no a la web en su conjunto.
Esta tendencia obliga a las marcas a diversificar sus canales y a invertir en formatos donde la IA permite una mejor segmentación, como el video interactivo o las recomendaciones personalizadas.
La evolución hacia una búsqueda más conversacional y personalizada está forzando a todo el ecosistema digital, incluido Google, a adaptarse a un nuevo paradigma donde la relevancia del contenido y la experiencia del usuario son más importantes que nunca.