La novedad más visible es el lenguaje de diseño "Liquid Glass", que introduce elementos translúcidos, bordes suavizados y efectos de profundidad en toda la interfaz, desde la pantalla de inicio hasta las aplicaciones nativas. Este cambio estético, inspirado en visionOS, busca crear una experiencia más fluida y envolvente, unificando el aspecto visual en todos los dispositivos de Apple.
Sin embargo, el lanzamiento no ha estado exento de controversias.
Numerosos usuarios han reportado un agotamiento acelerado de la batería y sobrecalentamiento en sus dispositivos tras la actualización.
Apple ha reconocido este comportamiento, atribuyéndolo a procesos de reindexación y optimización en segundo plano que son temporales y suelen resolverse en 24 a 48 horas.
A pesar de la explicación, la situación ha generado críticas sobre la calidad del software en su lanzamiento inicial. Para el ecosistema Android, iOS 26 plantea dos desafíos principales: primero, la presión de responder al nuevo estándar de diseño de Apple, y segundo, la importancia de garantizar que las actualizaciones mayores no degraden la experiencia del usuario con problemas de rendimiento, un área donde la fragmentación de Android a menudo presenta dificultades.