Aunque no es una aplicación que los usuarios abran directamente, su actividad constante puede consumir una cantidad considerable de energía y almacenamiento. El problema se agrava con las actualizaciones, ya que nuevas versiones pueden introducir procesos que aumentan aún más el consumo de recursos, resultando en una disminución notable de la duración de la batería.

A diferencia de otras aplicaciones, desinstalar Google Play Services no es una solución viable ni recomendada. Al ser una aplicación de sistema, su eliminación solo revierte la versión a una anterior y puede causar inestabilidad o la pérdida de funcionalidades clave en otras aplicaciones que dependen de ella.

Como alternativa, se sugiere a los usuarios que experimentan este problema reiniciar el dispositivo o detener temporalmente los servicios para verificar si mejora el rendimiento.

También es crucial mantener la aplicación actualizada a su última versión, ya que las actualizaciones a menudo incluyen optimizaciones y correcciones de errores que pueden mitigar el consumo excesivo de batería. Si el problema persiste tras estas medidas, podría ser un indicio del envejecimiento natural de la batería del dispositivo.