Esta estrategia busca consolidar los avances en inteligencia artificial de Android y extenderlos de forma nativa al entorno de escritorio, creando un ecosistema más cohesivo y potente. La fusión, anunciada por Sameer Samat, presidente del Ecosistema Android de Google, se basa en la reconstrucción de ChromeOS sobre la pila tecnológica de Android, utilizando su kernel de Linux y sus marcos de trabajo. Este cambio fundamental eliminará las duplicaciones de desarrollo y permitirá que las aplicaciones móviles de Android se ejecuten de forma nativa en ordenadores, sin las capas de compatibilidad que actualmente pueden afectar el rendimiento. Para los usuarios, la transición promete ser fluida, ya que sus aplicaciones, cuentas y servicios de Android estarán disponibles en sus portátiles sin necesidad de aprender un sistema nuevo, con funciones de productividad optimizadas para pantallas grandes como ventanas redimensionables y una mejor continuidad entre dispositivos. Para los fabricantes de hardware, esta plataforma unificada estará optimizada para procesadores ARM y el uso de aceleradores de IA (NPU/TPU), lo que habilitará funciones avanzadas de inteligencia artificial, como las de Gemini, que podrán operar con menor latencia o incluso sin conexión a internet. Los desarrolladores también se beneficiarán al poder utilizar herramientas familiares como Android Studio para adaptar sus aplicaciones al formato de escritorio sin perder compatibilidad con los móviles. Aunque persisten dudas sobre la actualización de los Chromebooks actuales, este movimiento estratégico posiciona a Google para competir más directamente con Windows y macOS, aprovechando la fortaleza y el vasto catálogo de aplicaciones de Android para dar el salto definitivo al escritorio.