La compañía también introdujo la tecnología “Omnisense”, que utiliza múltiples sensores para detectar y reaccionar a lo que ocurre en el hogar.

Esta renovación de hardware y software busca ofrecer una experiencia más fluida, con interacciones conversacionales más naturales y capacidades predictivas.

Por ejemplo, Alexa+ podrá reconocer usuarios y generar información personalizada, como un análisis del sueño de la noche anterior o alertar si se dejó la puerta abierta. Este movimiento estratégico se produce en un contexto en el que tanto Amazon como Google están redefiniendo sus asistentes de voz para competir en la era de la IA generativa, buscando modelos de negocio más rentables para una tecnología que, a pesar de su popularidad, ha representado una inversión millonaria con dificultades para monetizarse.