Sin embargo, esta aparente apertura contrasta con las nuevas políticas que Google planea implementar.

A partir del próximo año, la compañía exigirá a todos los desarrolladores de Android que se registren de forma centralizada, paguen una cuota y presenten documentos de identificación personal. Según F-Droid, el mayor repositorio de aplicaciones de código abierto para Android, esta medida haría inviable su modelo de operación. En un comunicado, F-Droid argumentó que no puede obligar a los miles de desarrolladores de software libre a registrarse en Google, y calificó la justificación de seguridad de Google como “engañosa”, afirmando que el verdadero objetivo es “consolidar el poder y reforzar el control sobre un ecosistema anteriormente abierto”. La plataforma de código abierto sostiene que su modelo de revisión y compilación transparente ya ofrece una base de confianza sólida, y que el servicio Play Protect de Google es suficiente para mitigar los riesgos de malware sin necesidad de imponer un registro centralizado que, en la práctica, limitaría la competencia y la libertad del usuario.