Esta estrategia no es exclusiva de OpenAI; gigantes tecnológicos del ecosistema Android como Google (con sus chips Tensor) y Amazon ya desarrollan sus propios semiconductores para optimizar sus servicios de IA y reducir costos. La decisión de OpenAI de seguir este camino confirma que la carrera por la IA no solo se libra en el software, sino también en el silicio, con implicaciones directas en la eficiencia y capacidad de las aplicaciones de IA que corren en millones de dispositivos Android. Aunque la empresa mantiene alianzas con Nvidia y AMD, esta nueva colaboración con Broadcom es un paso fundamental para construir la infraestructura necesaria para "liberar el potencial de la IA", en palabras de su CEO, Sam Altman.