Con esta apertura, OpenAI entra en competencia directa con xAI de Elon Musk, cuya plataforma Grok ya ofrece chatbots con contenido sexualmente explícito. Sin embargo, OpenAI ha insistido en que su enfoque será regulado, con controles estrictos y filtros para evitar abusos, y que no desarrollará "sex-bots".

Se espera que la nueva política se centre en experiencias narrativas o conversacionales, sin llegar a material explícitamente pornográfico, abriendo un espacio más libre dentro de un marco de responsabilidad.