Este logro, impulsado por su chip de última generación “Willow”, representa un paso significativo hacia la aplicación práctica de esta tecnología en campos como la medicina y la ciencia de materiales. El algoritmo Quantum Echoes permite simular con gran detalle las interacciones entre átomos y moléculas, una tarea fundamental para el diseño de nuevos fármacos y la investigación de materiales. Según Google, el algoritmo se ejecutó 13,000 veces más rápido en el chip Willow que el mejor algoritmo clásico en los superordenadores más potentes del mundo.

A diferencia de anuncios anteriores sobre “supremacía cuántica”, este avance destaca por su verificabilidad, lo que significa que los resultados pueden ser repetidos y comprobados por otros sistemas cuánticos de calidad similar, un paso crucial para la validación científica. En un experimento de prueba de principio, el equipo utilizó Quantum Echoes para estudiar dos moléculas, y los resultados coincidieron con los de la resonancia magnética nuclear (RMN) tradicional, validando el enfoque. Aunque algunos expertos de la comunidad científica se muestran cautelosos y piden una verificación independiente, Google se muestra optimista, afirmando que en un plazo de cinco años los ordenadores cuánticos podrían ofrecer aplicaciones con un impacto directo en el mundo real.