Este cambio, que se ha iniciado en Estados Unidos, se extenderá gradualmente a otras regiones, incluyendo Europa, donde se trabaja en regulaciones similares.
El nuevo proceso se activa al intentar descargar ciertas aplicaciones y ofrece a los usuarios cuatro métodos para confirmar su edad: una imagen de un documento de identidad, un selfi, los datos de una tarjeta bancaria o el análisis de la dirección de correo electrónico. Esta última opción, descrita como "la forma más rápida y sencilla", utiliza una empresa tercera para analizar el uso del correo electrónico en otros sitios y aplicaciones para estimar la edad del usuario. La implementación en Estados Unidos responde a leyes aprobadas en estados como Texas, Utah y Luisiana, que "exigen que las tiendas de aplicaciones verifiquen la edad de los usuarios, obtengan la aprobación parental y proporcionen información de la edad de los usuarios a los desarrolladores", según la página de soporte de Google. Esta medida busca reducir la exposición de los menores a contenidos como pornografía, violencia explícita o conductas peligrosas. La introducción de esta barrera de verificación representa un cambio significativo en la forma en que se accede al contenido en el ecosistema Android, alineando la plataforma con las crecientes demandas regulatorias sobre seguridad digital y protección infantil a nivel global.












