Los reportes, que se dispararon en plataformas de monitoreo como DownDetector, indicaban que el principal problema (reportado por más del 68% de los afectados) era la incapacidad del sitio web para cargar o sincronizar los chats. Los usuarios describieron que la página quedaba congelada en la pantalla de carga, no mostraba las conversaciones o, en algunos casos, los chats desaparecían por completo al intentar actualizar la página, mostrando únicamente la interfaz de búsqueda. La interrupción tuvo un alcance global, con una concentración significativa de reportes en México, así como en otros países de América Latina y Estados Unidos. A pesar de la severidad del problema en la versión web, la aplicación móvil de WhatsApp para Android e iOS continuó funcionando con normalidad, lo que permitió a los usuarios seguir comunicándose a través de sus teléfonos. Ante la falta de un comunicado oficial inmediato por parte de Meta, la comunidad de usuarios recurrió a redes sociales como X (antes Twitter) para confirmar la caída y compartir memes sobre la situación, convirtiendo el hashtag #WhatsAppDown en tendencia. Como solución temporal, algunos usuarios recomendaron utilizar la aplicación de escritorio nativa para Windows y macOS, que no pareció estar afectada por el problema.