Este acuerdo, que aún debe ser aprobado por un juez, busca fomentar una mayor competencia, reducir comisiones y ofrecer más libertad a los desarrolladores y consumidores.

El acuerdo surge como consecuencia de un litigio iniciado en 2023, en el cual Epic Games demandó a Google por ejercer un monopolio en la distribución y facturación de aplicaciones. Un jurado falló a favor de Epic en 2024, y el juez James Donato ordenó a Google abrir su sistema operativo a plataformas y métodos de pago alternativos. Tras el rechazo de su apelación, Google negoció directamente con Epic para presentar una propuesta conjunta. Los puntos clave del acuerdo incluyen facilitar la instalación de tiendas de aplicaciones de terceros que cumplan con nuevos estándares de seguridad, permitir a los desarrolladores dirigir a los usuarios a métodos de pago alternativos tanto dentro de las apps como a través de enlaces web, y la implementación de una comisión máxima del 9% o 20% para transacciones que usen dichos pagos alternativos. Samer Samatar, presidente del ecosistema Android, afirmó que el plan busca “ampliar las opciones y flexibilidad para los desarrolladores, reducir las comisiones y fomentar la competencia, garantizando siempre la seguridad de los usuarios”. Por su parte, Tim Sweeney, director ejecutivo de Epic Games, celebró la propuesta como “excelente”, destacando que “recupera la visión original de Android como una plataforma abierta” y la contrasta con el modelo cerrado de Apple. De ser aprobado, este pacto no solo pondría fin al conflicto que comenzó en 2020 con la eliminación de Fortnite de la Play Store, sino que redefiniría las reglas del comercio digital en la plataforma móvil más grande del mundo.