Basado en este cálculo, cada usuario será asignado a un grupo etario específico, como “9 a 12 años” o “13 a 15 años”.

A partir de ese momento, solo podrán chatear con otros integrantes de su mismo rango, evitando así la comunicación directa entre niños y adultos desconocidos. Para los usuarios que no cuenten con una identificación oficial, como es el caso de la mayoría de los menores, la empresa utilizará tecnología de estimación de edad desarrollada por la compañía Persona, que según pruebas, tiene un margen de error de uno a dos años. Matt Kaufman, jefe de seguridad de Roblox, explicó que la compañía busca ser un referente en la industria, demostrando que es posible aplicar controles estrictos para proteger a los usuarios más jóvenes. Esta decisión surge en un contexto de escrutinio público y demandas legales en estados como Texas, Kentucky y Luisiana, donde se acusa a la plataforma de no hacer lo suficiente para prevenir la explotación infantil y el contacto con depredadores. El despliegue de esta función comenzará en diciembre en Australia, Nueva Zelanda y los Países Bajos, y se expandirá al resto del mundo a partir de enero de 2026.