Este movimiento, prometido por Elon Musk desde hace meses, es un paso clave en su ambición por transformar X en una “aplicación para todo” capaz de competir directamente con gigantes como WhatsApp y Signal. La actualización, que ya está llegando a un amplio número de usuarios, solicita la creación de un código PIN de cuatro dígitos al acceder por primera vez, una medida de seguridad que ha generado cierta confusión. Sin embargo, el lanzamiento no ha estado exento de problemas.
Numerosos usuarios han expresado quejas en la propia plataforma, reportando que la nueva función es lenta, los mensajes no se cargan correctamente y los enlaces compartidos aparecen como “enlaces muertos”. Otros han señalado la aparente eliminación de funciones previas, como los mensajes de voz, aunque Musk ha prometido que X Chat permitirá realizar llamadas de audio y video en el futuro. A pesar de las críticas iniciales, la estrategia de X es clara: ampliar su ecosistema más allá del microblogging para convertirse en un centro integral de comunicación, pagos y servicios. Expertos en ciberseguridad han expresado preocupaciones sobre la implementación del cifrado, señalando que la compañía no ha proporcionado pruebas suficientes de que los mensajes no puedan ser comprometidos por un “infiltrado malicioso” o por la propia empresa si la ley lo exige. X ha reconocido en su página de soporte que aún trabaja en proteger la plataforma contra “ataques de intermediario”, un riesgo que planean mitigar con futuros controles de seguridad.








