Sin embargo, su diseño radical implica sacrificios.

El sistema de cámaras se reduce a un único sensor trasero de 48 megapíxeles que, si bien es muy capaz y ofrece un zoom por recorte de 2x de alta calidad, carece de la versatilidad del ultra gran angular y el teleobjetivo.

Asimismo, cuenta con un solo altavoz, sacrificando el sonido estéreo.

La batería ha sido la gran sorpresa, ya que, contra todo pronóstico, ofrece una autonomía similar a la del iPhone 16 Pro, aguantando un día de uso normal. No obstante, en pruebas de uso intensivo, su duración es inferior a la de los modelos Pro y podría requerir una batería externa para usuarios exigentes. Con un precio que parte de los 1,219 euros, el iPhone Air se posiciona como una opción de nicho, ideal para quienes valoran un diseño excepcional y están dispuestos a aceptar ciertas limitaciones funcionales.