El iPhone Air se ha presentado como el teléfono más delgado y ligero de Apple hasta la fecha, un logro de ingeniería que evoca la era de Steve Jobs con su enfoque en el diseño minimalista. Con solo 5.6 mm de grosor y 156 gramos de peso, el dispositivo busca cautivar a los usuarios que priorizan la estética y la comodidad en la mano. Construido con un marco de titanio pulido y protegido por Ceramic Shield 2, el iPhone Air no solo es delgado, sino también sorprendentemente resistente. A pesar de su ligereza, está equipado con el potente chip A19 Pro, el mismo que montan los modelos Pro, lo que garantiza un rendimiento de primer nivel.
Sin embargo, su diseño radical implica sacrificios.
El sistema de cámaras se reduce a un único sensor trasero de 48 megapíxeles que, si bien es muy capaz y ofrece un zoom por recorte de 2x de alta calidad, carece de la versatilidad del ultra gran angular y el teleobjetivo.
Asimismo, cuenta con un solo altavoz, sacrificando el sonido estéreo.
La batería ha sido la gran sorpresa, ya que, contra todo pronóstico, ofrece una autonomía similar a la del iPhone 16 Pro, aguantando un día de uso normal. No obstante, en pruebas de uso intensivo, su duración es inferior a la de los modelos Pro y podría requerir una batería externa para usuarios exigentes. Con un precio que parte de los 1,219 euros, el iPhone Air se posiciona como una opción de nicho, ideal para quienes valoran un diseño excepcional y están dispuestos a aceptar ciertas limitaciones funcionales.
En resumenEl iPhone Air es una declaración de diseño de Apple, demostrando que es posible crear un dispositivo ultradelgado y potente. Sin embargo, sus compromisos en cámara y audio lo definen como un producto para un público específico que valora la forma por encima de la máxima función.