Un análisis más detallado revela que la situación es más compleja de lo que parece.

Muchas de las imágenes virales no muestran arañazos en el aluminio, sino marcas circulares en la parte trasera de cristal mate. La explicación más plausible es que estas marcas son en realidad restos de goma transferidos desde las bases de carga MagSafe desgastadas que se utilizan en las tiendas de Apple. Estas bases, con el uso constante, pueden dejar residuos que se asemejan a rayones pero que, en la mayoría de los casos, pueden eliminarse simplemente pasando un dedo. Esta teoría se ve reforzada por el hecho de que modelos como el iPhone Air, con construcción de titanio y cristal, también presentan marcas similares en las unidades de exhibición. No obstante, esto no exime al chasis de aluminio de ser, por su naturaleza, menos duro y más propenso a rayarse que el titanio o el acero.

Apple ha priorizado la robustez estructural y la disipación térmica con el nuevo diseño unibody de aluminio, aceptando como contrapartida una mayor vulnerabilidad a daños cosméticos, un eco del recordado "Scuffgate" del iPhone 5.