Estos modelos han dado un salto estratosférico respecto a generaciones anteriores, jugando en "otra liga" en cuanto a duración.

Sin embargo, el hallazgo más significativo es que el iPhone Air, a pesar de su delgadez extrema, ofrece una autonomía casi idéntica a la del iPhone 17 estándar. En un test de uso intensivo, la diferencia entre ambos fue de apenas 12 minutos, una cifra insignificante que demuestra la excepcional optimización de hardware y software lograda por Apple. La autonomía del Air es comparable a la de modelos de referencia de la generación anterior como el iPhone 16 Pro, lo que desmiente el temor a que su diseño comprometiera la duración de la batería. La percepción general es que la batería del Air no es corta, sino que la de los modelos Pro es excepcionalmente larga, redefiniendo las expectativas para los usuarios más exigentes.