El funcionamiento es notablemente fluido: mientras un interlocutor habla en un idioma extranjero, el asistente Siri actúa como intérprete, transmitiendo la traducción directamente al oído del usuario con una voz robótica. Simultáneamente, se genera una transcripción de la conversación en ambos idiomas en la pantalla del iPhone.

Los idiomas disponibles inicialmente incluyen español, francés, alemán, portugués e inglés.

Esta implementación representa un avance significativo sobre las aplicaciones de traducción tradicionales, que a menudo resultaban incómodas de usar en conversaciones reales. La ejecución de Apple, integrada en un dispositivo de uso masivo y de forma casi instantánea, promete democratizar el acceso a la traducción en vivo. A pesar de algunos errores menores, como la confusión de pronombres, la precisión general ha sido calificada como impresionante, marcando una sólida incursión de Apple en aplicaciones prácticas de IA generativa.