Ambos modelos presentan mejoras significativas que buscan refinar la experiencia del usuario y ampliar las capacidades del reloj inteligente.

El Apple Watch Series 11 destaca por alcanzar por primera vez una autonomía real de 24 horas de uso intensivo, eliminando la necesidad de carga diaria y permitiendo un seguimiento del sueño sin interrupciones. Este modelo también introduce una pantalla más resistente a los arañazos en su versión de aluminio y nuevas funciones de salud impulsadas por IA, como la notificación de posible hipertensión arterial, que analiza datos de sensores existentes sin medir la presión directamente. Además, incorpora un "Sleep Score" que evalúa la calidad del sueño de forma más comprensible.

Por su parte, el Apple Watch Ultra 3, aunque mantiene el diseño de sus predecesores, se consolida como el reloj para aventureros al incorporar por primera vez conectividad satelital para mensajes de emergencia en zonas sin cobertura celular, además de soporte 5G para una conexión más rápida. Su autonomía se extiende hasta 42 horas en uso normal, y su pantalla es ahora más grande gracias a la reducción de los biseles.

Ambos relojes funcionan con el nuevo sistema operativo watchOS 26, que trae consigo un modo de consumo adaptativo para optimizar aún más la batería, aunque de momento esta función está limitada a los relojes configurados para niños.