Esta renovación se enfoca en mejorar el rendimiento, la fluidez de la experiencia inmersiva y la autonomía, además de introducir una nueva correa para mayor comodidad y una reducción de precio en algunos mercados. El salto del chip M2 al M5 en el Vision Pro representa una evolución de tres generaciones de procesadores, lo que se traduce en un rendimiento general y un renderizado de imágenes significativamente mejorados. Una de las mejoras más tangibles para el usuario es el aumento de la frecuencia de actualización a 120 Hz, lo que promete una experiencia visual más suave y una reducción del desenfoque de movimiento, especialmente al interactuar con el entorno físico o al usar la función Mac Virtual Display. La autonomía del dispositivo también ha sido optimizada, alcanzando ahora hasta tres horas de reproducción de video y 2.5 horas de uso general.

Aunque el diseño principal se mantiene, Apple ha añadido una nueva banda acolchada, la “Dual Knit Band”, para mejorar la comodidad durante sesiones prolongadas.

A nivel de software, visionOS 26 introduce mejoras como widgets y optimizaciones en FaceTime.

Este movimiento parece reforzar la posición del Vision Pro como un dispositivo de nicho y de alta gama para profesionales y desarrolladores, mientras que, según informes, Apple podría estar reorientando su estrategia para el mercado masivo hacia unas futuras gafas inteligentes más ligeras y asequibles.

El precio en Estados Unidos se mantiene en $3,499 dólares, aunque en Europa ha experimentado una reducción de 300 euros.