Por otro lado, los AirPods 5, que actualizarían los modelos de entrada y gama media, incorporarían sensores de temperatura, expandiendo las capacidades de monitoreo de salud a toda la línea de auriculares. Sin embargo, el sensor de frecuencia cardíaca, que debutó en los AirPods Pro 3, se mantendría como una característica exclusiva de la gama Pro. Esta estrategia demuestra que Apple ve a los AirPods no solo como dispositivos de audio, sino como wearables de salud cada vez más completos.