Aunque parece ser un problema aislado, Apple está respondiendo de manera proactiva, reemplazando las unidades afectadas sin costo para los clientes. El fenómeno de decoloración ha sido documentado en foros y redes sociales, donde los propietarios de los modelos afectados han compartido imágenes que muestran el cambio de color. Aunque se desconoce la causa exacta, se especula que podría tratarse de un lote defectuoso en el que el proceso de anodizado del aluminio, que fija el color, no se aplicó o selló correctamente. Es importante destacar que el problema parece estar limitado únicamente a las unidades de color naranja y no se ha reportado como un fallo generalizado. A pesar de la repercusión mediática, que a menudo magnifica problemas minoritarios, no hay evidencia de que sea un problema masivo.

Apple ha estado gestionando los casos a través de su garantía estándar, que en países como España cubre tres años (el primero con el fabricante y los dos siguientes con el vendedor).

La compañía está reemplazando los dispositivos defectuosos por unidades nuevas sin poner objeciones, ya que se considera un defecto de fabricación.

Si el problema se generalizara, Apple podría lanzar un programa de reemplazo específico, como ha hecho en el pasado con otros productos.