Este optimismo contrasta con informes anteriores del periodista Mark Gurman, quien había sugerido un precio cercano a los 2,000 euros/dólares, similar al del Samsung Galaxy Z Fold7.

Posicionar el iPhone plegable en un rango de precio tan elevado tendría una doble función estratégica: evitaría canibalizar las ventas del iPhone Pro Max y lo establecería como un producto de lujo en una nueva categoría. Aunque los teléfonos plegables representan solo el 1.4% del mercado de smartphones, el precio será un factor determinante para la entrada de Apple en este nicho, donde competidores como Samsung ya tienen una presencia consolidada.