Los principales obstáculos para su desarrollo son el peso y el precio.

Los prototipos actuales pesan alrededor de 1.6 kilogramos, un 175% más que el iPad Pro M5, lo que contradice la idea de portabilidad. Además, se estima que su precio podría rondar los 3,900 dólares (o 4,000 euros), un costo elevado debido a la complejidad de su desarrollo.

Este proyecto forma parte de la estrategia más amplia de Apple de miniaturizar componentes para habilitar nuevos factores de forma más delgados y flexibles.