A pesar de las constantes mejoras y su profunda integración con el ecosistema de Apple, el navegador Safari para Mac sigue generando una relación de amor-odio entre los usuarios, quienes se ven atraídos por su diseño y eficiencia, pero frustrados por sus limitaciones funcionales. Esta dualidad lo convierte en un navegador al que muchos regresan periódicamente, solo para abandonarlo de nuevo en busca de mayor flexibilidad. El principal atractivo de Safari es su perfecta simbiosis con macOS y otros dispositivos de Apple. La sincronización inmediata de pestañas, historial y contraseñas a través de iCloud, junto con la función de Continuidad, crea una experiencia de usuario fluida que ningún otro navegador ha logrado replicar en el ecosistema. Su interfaz, descrita como limpia y coherente con el diseño de macOS, y su optimización del hardware, que se traduce en un menor consumo de batería en los MacBook, son razones poderosas para su uso.
Sin embargo, sus desventajas persisten.
La gestión de pestañas sigue siendo rígida en comparación con sus competidores, y el ecosistema de extensiones, aunque seguro, es notablemente más limitado que el de navegadores basados en Chromium como Chrome, Edge o Brave. Además, a pesar de las mejoras en macOS 26, algunos sitios web todavía no se renderizan correctamente debido a la falta de optimización para el motor WebKit de Apple, un problema que no ocurre en el más extendido Chromium. Para que Safari se convierta en el navegador definitivo para muchos usuarios, se sugiere una mayor apertura a la personalización y un ecosistema de extensiones más robusto. Asimismo, se percibe una necesidad de integrar de forma más profunda la inteligencia artificial, más allá de las herramientas de escritura de Apple Intelligence, para ofrecer funciones avanzadas como resúmenes de artículos contextuales y una navegación más proactiva y útil.
En resumenSafari en Mac atrae a los usuarios por su integración con el ecosistema Apple, su diseño elegante y su eficiencia energética. Sin embargo, sus limitaciones en personalización, la escasez de extensiones y problemas de compatibilidad con algunos sitios web continúan frustrando a muchos, quienes lo abandonan en favor de alternativas más flexibles basadas en Chromium.