Para lograr un precio más accesible, que se estima por debajo de los 1,000 dólares y posiblemente alrededor de los 600-800 dólares, Apple utilizará componentes menos avanzados. En lugar de los potentes chips de la serie M, este MacBook integraría por primera vez un procesador de la serie A, similar al de los iPhone Pro (se especula con el A18 Pro o A19 Pro), cuyo rendimiento ha demostrado en pruebas internas ser superior al del chip M1 de 2020. Además, contaría con una pantalla LCD de gama baja con un tamaño inferior a las 13.6 pulgadas del actual MacBook Air, retomando posiblemente el formato de 12 pulgadas.

Este portátil está dirigido a un público que no requiere un uso intensivo, como estudiantes, empresas y usuarios ocasionales, cuyas tareas principales son la navegación web, la ofimática y la edición básica de contenido.

Con este lanzamiento, Apple no solo busca ganar cuota de mercado en el sector educativo, donde los Chromebooks tienen una participación superior al 60% en Estados Unidos, sino también ofrecer una alternativa a quienes consideran un iPad con teclado, cuyo costo total es similar al precio proyectado para este nuevo Mac.