Su operación se basa en componentes y software desarrollados por Apple que permiten al dispositivo conectarse directamente con satélites en órbita.
Cuando un usuario intenta llamar al 911 sin señal, la interfaz del iPhone lo guía para apuntar el dispositivo hacia un satélite. Una vez establecida la conexión, se envía un mensaje de texto comprimido que incluye la ubicación exacta, altitud, nivel de batería y datos médicos del usuario (si están configurados), junto con un breve cuestionario sobre la naturaleza de la emergencia. Esta información es recibida por un centro de retransmisión donde especialistas de Apple contactan a los servicios de emergencia locales. La herramienta es particularmente relevante en México, un país con vastas zonas montañosas, rurales y de difícil acceso donde la cobertura celular es limitada. El servicio, que será gratuito durante los primeros dos años tras la activación del dispositivo, ha demostrado ser vital en rescates en otras partes del mundo, y su integración con la red de atención nacional en México promete mejorar la capacidad de respuesta en situaciones críticas.













