Esto permitiría a los usuarios acceder a aplicaciones como Apple Maps y Apple Music, mientras Tesla mantiene el control sobre funciones exclusivas del vehículo, como los modos de conducción autónoma.

Por esta razón, la integración sería con la versión clásica de CarPlay y no con el nuevo CarPlay Ultra, que se apodera de todo el salpicadero.

Aunque se mencionó un posible lanzamiento "en próximos meses", el plan podría retrasarse o incluso cancelarse, una práctica no inusual en Tesla. Curiosamente, este movimiento de Tesla coincide con un momento en que varios fabricantes automotrices que inicialmente apoyaron CarPlay Ultra, como Audi y Ford, se han desentendido del acuerdo, mostrando una creciente fragmentación en la industria.