El Grupo Volkswagen ha reportado pérdidas multimillonarias y contempla despidos, reflejando el impacto directo de las políticas comerciales en la producción y el empleo. El director del Grupo Volkswagen a nivel mundial, Oliver Blume, confirmó que los aranceles estadounidenses han representado un fuerte golpe financiero, costándole a la compañía “miles de millones de euros”.
Estas medidas comerciales, impulsadas por Donald Trump, afectan especialmente a marcas como Audi y Porsche que no tienen producción en territorio norteamericano.
La presión financiera se ha traducido en una caída de la producción y una creciente incertidumbre laboral en México. En la planta de Volkswagen en Puebla, una de las más grandes de la compañía en América, se advirtió sobre un posible recorte de 1,093 trabajadores debido a una disminución de 50,000 unidades en el plan de producción, lo que implicaría la cancelación de un turno completo. Hugo Tlalpan Luna, dirigente sindical, señaló: “Sacó el tema de que viene a la baja la producción... ¿Qué implica esto?
Que se estaría reduciendo un turno, estamos hablando de mil 93 que se quedarían sin trabajo”. Esta situación se enmarca en un contexto donde el aumento salarial pactado fue de apenas un 4%, el más bajo en diez años.
El impacto no es exclusivo de Volkswagen; otras armadoras como BMW, Mazda, Mercedes Benz, Honda y General Motors también han reducido su producción o exportaciones.
La industria en general enfrenta una fase de intermitencia, con caídas en la producción y una desaceleración en las exportaciones, lo que pone en riesgo la estabilidad del principal motor económico de estados como Puebla y Coahuila.








