La política incluye exenciones para empresas que ya fabrican o se comprometen formalmente a construir plantas en territorio estadounidense. El anuncio se realizó durante un evento con el CEO de Apple, Tim Cook, y busca revertir la tendencia de las últimas décadas, en las que la producción de chips en EE.

UU. ha disminuido del 40% al 12% del total mundial.

Trump advirtió que las empresas que prometan invertir y no cumplan enfrentarán cargos retroactivos.

La medida fue bien recibida por el mercado, con alzas en las acciones de fabricantes como TSMC y Samsung, que ya tienen proyectos en EE.

UU.

Sin embargo, analistas advierten sobre posibles aumentos en los precios de electrónicos y presiones inflacionarias. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum descartó que el impuesto tenga un impacto directo en los proyectos nacionales, como "Kutsari", argumentando que este se enfoca en el diseño de semiconductores para el mercado interno y no en la producción a gran escala para exportación. “La fabricación completa de los semiconductores es solamente una parte de la cadena, no creo que vaya a impactar”, afirmó.