Esta situación ha provocado una caída significativa en las exportaciones y ha generado una clara desventaja para los productores nacionales frente a otros socios comerciales.
El Departamento de Comercio de EE. UU. determinó la aplicación de tarifas compensatorias antidumping a las importaciones de varilla corrugada de acero mexicanas, con un rango de entre 22.27% y 32.05%. Estas tarifas se suman a los aranceles ya existentes del 50% establecidos bajo la Sección 232 de la Ley de Seguridad Nacional, lo que podría generar un sobreprecio de hasta el 80% para el producto mexicano, dejándolo efectivamente fuera del mercado estadounidense. Las empresas directamente señaladas en el acta son Deacero y Talleres y Aceros (Tyasa), aunque se espera que la medida se extienda a todas las acereras del país.
Como consecuencia, las exportaciones de acero a Estados Unidos cayeron un 20% durante el primer semestre de 2025. La industria mexicana ha calificado la medida como arbitraria e injustificada, anunciando que apelará la decisión ante la Corte de Comercio Internacional de EE.
UU., un proceso que podría demorar años.
Guillermo Vogel, del Consejo de Administración de Tenaris, señaló que los aranceles colocan a México en desventaja, especialmente porque Washington otorga un trato preferencial a Gran Bretaña. Por su parte, Oliver Blume, director del Grupo Volkswagen, declaró que los aranceles estadounidenses le han costado a la compañía “miles de millones de euros”, evidenciando el amplio impacto de estas políticas en la industria manufacturera establecida en México.