La política arancelaria de Estados Unidos, impulsada por la administración de Donald Trump, ha generado un severo impacto financiero y una creciente incertidumbre en industrias clave para México. El sector automotriz, pilar de la manufactura nacional, resiente los efectos con costos millonarios, reducción en la producción y un freno generalizado en las inversiones. El golpe más contundente fue revelado por Oliver Blume, director del Grupo Volkswagen a nivel mundial, quien declaró que los aranceles estadounidenses le han costado a la compañía “miles de millones de euros”. Esta presión financiera se ha traducido en consecuencias directas para la planta de Puebla, donde se contempla el despido de más de mil trabajadores y se pactó un aumento salarial de apenas 4%, el más bajo en una década.
La incertidumbre también ha afectado a otras empresas del sector. La llantera Pirelli, en medio de un panel laboral en el marco del T-MEC, argumentó junto a su sindicato la necesidad de un incremento salarial moderado debido a la “situación adversa por la aplicación de aranceles por parte de Estados Unidos”. De manera similar, la empresa de fundición Ironcast, en Frontera, Coahuila, redujo su producción en un 35% y ajustó su jornada laboral ante la caída de pedidos, situación que su director vinculó directamente a la indefinición de las políticas comerciales estadounidenses.
El efecto se extiende a la economía regional. La actividad industrial en Puebla, por ejemplo, registró una caída del 6%, siendo las manufacturas el sector más afectado con un descenso del 7.6%, un fenómeno que se atribuye a las políticas proteccionistas. En general, la industria automotriz mexicana es descrita como en un estado de “intermitencia por la incertidumbre arancelaria”, lo que debilita la confianza del consumidor y frena la demanda interna de vehículos nuevos.
En resumenLos aranceles de Estados Unidos han provocado una reacción en cadena con consecuencias negativas, desde pérdidas multimillonarias para gigantes como Volkswagen hasta recortes de producción y disputas laborales en México. La incertidumbre resultante ha paralizado inversiones y mermado la confianza del consumidor, evidenciando la profunda vulnerabilidad de las cadenas de suministro norteamericanas ante políticas comerciales proteccionistas.