La iniciativa, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, contempla la modificación de mil 463 fracciones arancelarias, equivalentes al 8.6% de las importaciones totales del país, con un valor estimado de 52 mil millones de dólares. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que la medida se aplicará a países con los que México no tiene tratados comerciales, como China, Corea del Sur, India e Indonesia.
Los sectores más afectados incluyen autopartes, vehículos ligeros, acero, textiles, calzado, plásticos, electrodomésticos y cosméticos.
Según Ebrard, el objetivo es “incrementarlo hasta el tope que nos permite la Organización Mundial de Comercio”, argumentando que muchos productos, como los automóviles, ingresan al país “por debajo del precio de referencia”, lo que constituye una práctica desleal. El gobierno estima que esta política protegerá alrededor de 320 mil empleos que se consideran en riesgo.
La propuesta se alinea con una estrategia de sustitución de importaciones asiáticas por producción nacional, buscando mejorar la balanza comercial y fortalecer las cadenas productivas locales. La medida entrará en vigor 30 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación y se mantendrá vigente hasta finales de 2026.