La propuesta arancelaria del gobierno mexicano impactará de forma directa al creciente mercado de vehículos chinos, que ya representa casi el 20% de las ventas en el país. A pesar del posible aumento de precios, analistas consideran que su competitividad podría mantenerse gracias a sus bajos costos de producción. Un análisis de Bloomberg sugiere que los fabricantes chinos podrían absorber gran parte de la tarifa y mantener precios atractivos. Por ejemplo, se estima que el BYD Dolphin Mini, con un precio actual de 338 mil pesos, podría subir a cerca de 507 mil, pero seguiría siendo competitivo frente a modelos eléctricos de marcas tradicionales.
Marcas como MG Motor, Chirey, BYD, Changan y JAC han ganado terreno rápidamente ofreciendo modelos accesibles y bien equipados.
La medida arancelaria, que elevaría la tasa del 20% actual hasta un 50%, busca frenar lo que el gobierno considera una “guerra de precios” y prácticas depredadoras. Sin embargo, Jorge Guajardo, exembajador de México en China, considera que un arancel del 50% apenas “les haría cosquillas” a los fabricantes chinos, sugiriendo que se necesitaría una tasa de al menos 100% para proteger realmente a la industria nacional. La situación pone en jaque no solo a las marcas de origen chino, sino también a la estrategia de precios bajos que ha beneficiado a muchos consumidores mexicanos, quienes podrían ver reducidas sus opciones de compra de vehículos nuevos y asequibles.
En resumenEl arancel del 50% a vehículos chinos busca frenar su rápida penetración en el mercado mexicano, pero su bajo costo de producción podría permitirles seguir siendo competitivos. La medida afectará directamente los precios, limitando las opciones asequibles para los consumidores y poniendo a prueba la resiliencia de las marcas asiáticas que han ganado una cuota de mercado significativa.