Por otro lado, Guillermo Rosales, presidente de la AMDA, expresó una fuerte preocupación, argumentando que la medida amenaza inversiones por más de 60 mil millones de pesos realizadas por empresarios mexicanos en más de 800 puntos de venta de marcas chinas.

Rosales advirtió que estos negocios generan 32 mil empleos directos que estarían en riesgo. “Considero que es muy fuerte el incremento propuesto al arancel y en la medida que se agoten los inventarios disponibles, se tendrían que ajustar los precios al público”, comentó. Para la AMDA, un arancel tan elevado limitará la competencia, reducirá las opciones para el consumidor y encarecerá la adquisición de vehículos electrificados, que en su mayoría provienen de China.