Esta iniciativa busca proteger industrias estratégicas y fortalecer el mercado interno ante lo que las autoridades califican como competencia desleal.

La propuesta, detallada en el Programa de Protección para las Industrias Estratégicas de México, abarca 1,463 fracciones arancelarias de 19 sectores, incluyendo acero, autopartes, vehículos ligeros, textiles, calzado, plásticos, electrodomésticos y juguetes. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que la medida busca sustituir importaciones asiáticas por producción nacional, afirmando que se incrementarán los aranceles “hasta el tope que nos permite la Organización Mundial de Comercio”. Según la Secretaría de Economía, estos aranceles protegerían alrededor de 320,000 empleos que se han visto en riesgo. La iniciativa se alinea con el Plan México, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, que tiene como uno de sus objetivos fortalecer el contenido nacional y el mercado interno.

La medida no solo afectará a China, sino también a otras naciones sin acuerdos comerciales con México como Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia y Tailandia.

El gobierno sostiene que el impacto inflacionario será mínimo, estimado en “alrededor de 0.3 por ciento cuando mucho”, aunque reconoció que el costo será trasladado al consumidor final.

La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) respaldó la iniciativa, considerándola necesaria para “garantizar condiciones equitativas de competencia” y fortalecer las cadenas productivas nacionales.