El propio secretario de Economía, Marcelo Ebrard, reconoció esta realidad.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) señaló que “en la medida que se agoten los inventarios disponibles, se tendrían que ajustar los precios al público”. Esta situación es particularmente crítica para el mercado de vehículos eléctricos, donde los modelos chinos representan las opciones más accesibles para la transición energética. La Electro Movilidad Asociación (EMA) afirmó que la medida “encarecería más de 100 modelos de vehículos eléctricos y 50 híbridos enchufables”. La Cámara de Comercio de China en México también alertó sobre un “impacto inflacionario sin precedentes” en bienes de consumo como textiles, calzado y electrodomésticos, que afectaría desproporcionadamente a los hogares de menores ingresos. Además, se corre el riesgo de fomentar el contrabando técnico o “bronco”, donde los importadores evaden impuestos declarando un valor menor o introduciendo mercancía sin revisión aduanal.













