La medida, incluida en el Paquete Económico 2026, busca proteger industrias estratégicas nacionales y responder a presiones comerciales en el marco del T-MEC. La iniciativa, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum y detallada por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, abarca 1,463 fracciones arancelarias que representan el 8.6% de las importaciones totales del país, con un valor estimado de 52 mil millones de dólares.
Los sectores más afectados incluyen vehículos ligeros, autopartes, acero, textiles, calzado, plásticos, electrodomésticos y cosméticos.
Ebrard justificó la medida afirmando que es una respuesta a la entrada de productos, especialmente automóviles, a precios por debajo de los de referencia, lo que representa una competencia desleal para la industria nacional, que genera alrededor de 320,000 empleos en riesgo.
El arancel para autos ligeros, por ejemplo, se elevaría del 15-20% actual hasta el 50%, el máximo permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta política es vista como una estrategia para fortalecer el mercado interno bajo el "Plan México" y como una respuesta a la presión de Estados Unidos para limitar la triangulación de productos chinos a través de México. Aunque el gobierno estima un impacto inflacionario mínimo, de alrededor del 0.3%, se reconoce que el costo de los aranceles probablemente será trasladado al consumidor final, encareciendo los productos importados.