En los últimos años, marcas como MG, Chirey, JAC y BYD han ganado una cuota de mercado significativa, pasando de menos del 1% antes de 2020 a 9.5% en 2024, gracias a sus precios accesibles. Sin embargo, en 2025 han mostrado una desaceleración en ventas.

Según Erick Ramírez, director de Urban Science, la medida es positiva porque "se reconoce que hay precios artificialmente bajos" que deben actualizarse para evitar prácticas depredadoras. No obstante, un reporte de Bloomberg, citado en varios artículos, señala que los costos de producción en China son tan bajos que incluso con un arancel del 50%, los vehículos seguirían siendo competitivos. Por ejemplo, el Dolphin Mini de BYD, con un precio de 399,800 pesos, seguiría siendo considerablemente más barato que modelos eléctricos de marcas tradicionales. Jorge Guajardo, ex Embajador de México en China, fue más allá al afirmar que un arancel del 50% apenas "les haría cosquillas" a los fabricantes chinos, sugiriendo que se necesitaría una tasa del 100% o 150% para proteger eficazmente a la industria nacional.